equilibrio del protón

equilibrio del protón

El protón estaría constituido por partículas elementales (electrones y positrones) en concreto un electrón central y dos positrones, que, cumpliendo las leyes de la física clásica relativista en un radio “re” tendrán una velocidad del 99,9999 % de la velocidad de la luz.

 La razón de que dos positrones queden equilibrados a la distancia “re” es debido a que esta es la unidad (mínima) de distancia dada la naturaleza discreta de la misma en una geometría matricial, de manera que toda pareja de positrones que se encuentren a una distancia de un electrón que difiera menos de esa cantidad «re”, acabarán constituyendo un protón

El orden en M:

Frente a la tradicional manera de presentar al espacio como un continuo, fruto del desarrollo de unos ejes cartesianos y de considerar éstos como infinitos (infinito actual), a los que se les aplica la matemática de Riemann para curvarlo y hacerlo cerrado. Cabe la interpretación matricial de este escrito.

Si consideramos que la estructura geométrica es matricial, el ordenamiento de la misma pudiera no ser continua, sino discreta. Es decir que con un número limitado de posibles distancias pudiéramos dar el orden necesario a ésta para obtener como resultado el universo que percibimos con nuestros ojos e instrumentos. Esa manera limitada en cuanto al número posible de distancias arroja una distancia mínima como resultado.

Si esto fuera así, podríamos obtener un equilibrio entre dos positrones y un electrón, siempre que la distancia entre aquellos y el electrón no se diferencien entre sí mas que en esa cantidad unitaria.

Equilibrio entre e+, e-, e+  en el espacio discreto:

espacio discreto

espacio discreto como razón del equilibrio estable de dos positrones y un electrón central

Este “lazo” entre dos positrones y un protón gozará de una estabilidad casi total pues sería necesario acercar otro electrón a la misma distancia unitaria (re) para poder separar a uno de los positrones, lo que requiere un choque de muy alta energía que conseguiría dejar en el centro del sistema al nuevo electrón, desplazando al original fuera del sistema con un considerable momento fruto del choque. Desde la observación no habría pasado nada apreciable al margen del choque en sí. Es decir que gozarían de una característica semejante a la simetría asintótica y por ende a una estabilidad absoluta.

Por el contrario, todos dos positrones que difieran en mayor o menor medida que esa unidad (re), no acabarán en equilibrio. Uno de ellos colapsará con el electrón generando una reacción positrónica y el otro positrón quedará libre. Que es el caso genérico de un espacio continuo, en donde no existe una unidad mínima de distancia y en donde por lo tanto surge el caos necesariamente:

Que ocurre en un espacio continuo:

espacio continuo

inestabilidad de las partículas elementales en un espacio continuo (efecto del caos)

En un espacio euclidiano tenemos tres dimensiones, unos ejes infinitos y una naturaleza continua del mismo. Sin embargo en una geometría matricial, además de que el espacio no es sólido sino que es solo la suma de las distancias entre los elementos de la matriz, tenemos que no es obligatoria la naturaleza continua. Las necesidades de distribución espacial están marcadas por los vectores de cada elemento y existe una necesidad máxima de unidades de espacio para ordenar la matriz tal y como la percibimos. El número de distancias posibles sería el radio del universo dividido entre la distancia mínima (re):

re · raíz (n)

La matriz tiene tres dimensiones en donde aplicar estas distancias, de manera que hay cuatro variables en total: el vector asociado de dirección y el módulo de éste. Así, con ese número que es la raíz cuadrada de los elementos parece que se puede organizar suficientemente:

n = 1084         →          re = 1 / (n1/2)         →        re2 = 1 / n

Si la estimación del Universo está alrededor de 46.500 millones de años luz, tenemos que el radio del mismo tendrá aproximadamente 5×1026 m.

El radio del protón aproximado para que su masa relativista cumpla las leyes de la física clásica es del orden de 2.8 x 10-15 m.

Luego el radio del (Universo / radio del protón) debería de estar entorno a la “raíz de n”

… así, redondeando el radio a  (2,8 x 1027) / (2.8 x 10-15) =  raíz de 1084 m.

El redondear al alza se justifica por el hecho de no poder ver mas allá de los cuásares mas lejanos. Si detrás de éstos hay formaciones de materia sensiblemente mas fría o menos lumínica, si podríamos decir que estamos “en rango” con las observaciones, con el mencionado ajuste.

Runiverso  =  rmínimo · (n1/2)

El equilibrio de las partículas elementales (electrones y positrones) constituidos por un electrón central y dos positrones orbitales no creo que puedan justificarse de ninguna otra manera. En el caso de un espacio continuo, el equilibrio sería completamente inestable, en el caso de que llegara a darse. Sin embargo en el caso de que el espacio (la distancia) tenga naturaleza discreta, ese lazo protónico sería una “jaula” para estas partículas de las que no podrían librarse. Estadísticamente caerían en ella de manera sistemática (en el origen del tiempo). Al hacerlo liberarían fotones de alto contenido energético que pueden ser la explicación de la radiación de fondo.

Si, las tres dimensiones de cartesianas teselan el espacio, en nuestro caso se podría decir que:

  • Con una dimensión desarrollamos el movimiento orbital
  • En las otras dos dimensiones ordenamos las partículas, de tal manera que:                      (n1/2) · (n1/2)  =  n

Se podría decir que hacemos uso de las tres dimensiones espaciales que percibimos tridimensional con un radio máximo cuyo valor es el radio mínimo por raíz (n).

Como se utilizan las tres dimensiones espaciales:

uso de las tres dimensiones

como se despliegan las tres dimensiones: una para el movimiento orbital y dos para la disposición de las partículas elementales

El movimiento generado por la geometría (cuarto principio) mas las interacciones entre las partículas: choques configurarían el universo que percibimos.

El ciclo de los movimientos, diferente para cada radio generaría un número muy elevado de maneras de percibir el universo por el mero transcurso del tiempo, y los choques entre partículas harían a modo de permutaciones posibles de ordenar cada elemento… siempre que respetáramos la premisa de que la suma total del vector sea la misma, condición que se respetaría si se respeta para cada uno de ellos la tercera ley de Newton o el segundo principio de esta teoría.

El efecto del movimiento y su orden por el efecto de los choques y redistribución de distancias para cada partícula articularía las opciones de ordenamiento de la matriz M: es decir, el universo que percibimos.

FЄ versus FG:

Una vez definiendo el radio del universo como función de la raíz de “n”, podemos especular con la razón entre la fuerza eléctrica (FЄ) y la fuerza gravitatoria (FG). Al hallar este ratio para una partícula elemental (electrón o positrón) veremos que nos da una cifra de 4·1042 aproximadamente y si prescindimos del 4 inicial podríamos ajustar ésta a raíz de “n”. Es decir que:                                               FЄ / FG  =  raíz (n)

La naturaleza de ambas podríamos denotarla del siguiente modo

  • primera partición                                              →    FЄ
  • segunda partición ○  primera partición         →    FG

Densidad del universo:

Esta estimación de   n = (1042)2 = 1084 debería de estar en rango con las estimaciones de masa del universo. Si ésta están entre:  1050  y  1060 Kg.

Calculando la masa unitaria de los electrones (y positrones) y multiplicándola por el número total de ellos tenemos:      (1836/4) · (9.109 x 10-31) · (1084)  =   4·1056 Kg. Lo que arroja una cifra en rango.

Respecto a la densidad tenemos que:

  • volumen del universo                       =>    4/3 · π · (raízn · re)3  = 9· 1082  m3
  • … luego la densidad ha de ser         =>    n / volumen  =  10 partículas por m3

Si cada 4 partículas generan de media un átomo de hidrógeno con una masa aproximada de mp, tendremos que:

10/4 · me · 1836  =  4,2 · 10-27 Kg·m3  =  4,2 · 10-30  gr·cm3

Esta densidad se parece bastante a la densidad crítica del universo (3,7 · 10-30), lo que nos dejaría un universo estable.

Estructura de la materia:

El protón constituiría el 75% de los elementos del universo y los electrones el otro 25%. Con ello tendríamos la totalidad del universo en versión de átomos de hidrógeno.

Los neutrones serían átomos de hidrógeno con un orbital de su electrón menor, que no estudiaremos en este escrito.

El resto de las partículas elementales que se generan en los colisionadores, son producto  del M* (solapamiento de M) e inestables, residual respecto del saldo del universo.

Los fotones y los neutrinos serían las consecuencias, como ya vimos, de los cambios de energía de los átomos y son solo la “información” de ello a la velocidad estándar de causalidad. No serían materia (puntual), aunque si se pueden transformar en materia y si forman parte del saldo de ésta en el universo (densidad crítica).

Obviamente, los quarks y sus correspondientes gluones no son necesarios así como los gravitones, como tampoco las antipartículas mas allá del positrón. Fotones, gluones y gravitones (bosones) no son necesarios para generar las fuerzas, estas se manifiestan por la propia geometría matricial de la matriz… de manera espontánea. El bosón de Higgs tampoco sería necesario pues la masa se produciría por efecto relativista de la velocidad de las partículas en los sistemas.

La teoría de la partición tiene los dos componentes iniciales (electrones y positrones) que configuran la totalidad de las partículas que actualmente podemos detectar. Las fuerzas nucleares, así como la disposición cuántica de los sistemas de átomos provienen de la capacidad de la matriz de “solaparse” o “doblarse” (M→M*) permitiendo que en un mismo lugar se sitúen dos o más elementos (vectores), con un orden matricial que veremos un poco mas adelante.

El protón sería le manera que tiene el universo de transformar elementos puntuales (electrones y positrones) en materia sólida o “no puntual”. Sobre éste se estructuraría el electrón orbital que le confiere un volumen muy superior y la manera de interactuar con otros átomos generaría el efecto o fenómeno emergente multiplicativo de materia sólida ya alcanzado por el protón. Cuando los átomos son complejos, existe una enorme variedad de opciones (enlaces electrónicos) para las interacciones que conforman: gases, líquidos, o sólidos, con diferentes configuraciones en cada caso. Pero es ese proceso protónico el eje de toda la materia en sus muchas configuraciones y permite el proceso de que unas partículas puntuales pasen a ser materia sólida.

La velocidad requerida de los positrones cuando están a la distancia unitaria es prácticamente la de la luz (99,99994 %) y consecuentemente, la relatividad actúa de una manera poderosa en este circuito, equilibrando la fuerza eléctrica atractiva del electrón de cortejo y así formando una estructura estable de dos electrones y dos positrones, que arroja un saldo nulo en términos de carga y un equilibrio de materia/antimateria al mismo tiempo.

La “relatividad” actúa de dos maneras, por un lado genera la masa del protón (mp) y por otro genera el magnetismo necesario para hacer que el electrón orbital encuentre un equilibrio estable (ra). Al final de este punto veremos como la masa es un fenómeno emergente de la unidad de masa (me), y en el capítulo siguiente veremos ese equilibrio del electrón en el átomo por el efecto relativista de la electricidad.

El átomo de hidrógeno que veremos a continuación es el perfecto equilibrio y el punto de apoyo a la materia sólida… las cosas o los cuerpos grandes con carga nula. Las nubes de este gas son las que forman las estrellas y los planetas al colapsarse en sus órbitas (mediante choques y oclusiones) y las primeras, mediante sus explosiones forman los átomos complejos de los que está echa toda la materia.

Estas estructuras sólidas (átomos) pueden interactuar entre si de una manera diferente a la vista hasta ahora (m.a.s), y que es mediante un choque… en donde los electrones orbitales interactúan entre si proporcionalmente a las masas que configuren los sistemas en juego.

Como podría haber evolucionado el universo:

evolución del universo

posible evolución del universo, desde la primera partición de vacío… hasta el actual universo que percibimos

Los filamentos del actual universo serían la consecuencia de las tormentas de esas nubes de hidrógeno, las térmicas o tornados dejarían como huella la formación de cuerpos celestes… estrellas y sus correspondientes galaxias en formación filiforme.

Una respuesta a equilibrio del protón

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